Respondiendo la correspondencia

Subía a la lechucería para enviar una carta a mi madre. Iba releyendola por el camino y al llegar vi a una muchacha de espaldas a mí con aspecto de haber enviado una carta hacia un instante.


- Hola - saludé amigablemnte.

- Lo siento - dije sonriendo - Soy Ryan, un placer - dije tendiéndole la mano para estrechársela y darle un beso caballeroso en el dorso de ésta.

Solté una pequeña carcajada.

- Bueno, si mi madre se puede considerar una damisela, etonces sí - comenté bromeando. Llamé a mi lechuza Tayza la cual se posó sobre mi hombro - Te presento a Tayza - le dije a Nélie sonriendo mientras le ataba la carta a la pata de la lechuza

Sonreí.


- Claro - dije - es inofensiva.


Hice que Tayza se posara en mi mano y la alargué para que Nélie la acariciara.

Reí con ella y me acerqué a la lechuza.


- Lleva la carta a mamá, ¿de acuerdo, pequeña? - susurré sonriendo y dejé que Tayza saliera por la ventana.


- Realmente es un bicho encantador - comenté volviéndome hacia Nélie

- ¿Tienes un cuervo? - pregunté sorprendido - ¿A que casa vas? - dije curioso.

Sonreí por su gesto.


- Yo voy a Gryffindor- respondí - ¿Y porqué vas a Slytherin si no te gusta?

Reí.


- Vaya gracias, yo soy un "sangre pura" - dije imitando el tono altivo que usaban los Slytherin - espero que no pienses que tengo un coco por cerebro - bromee - Y bueno, los chicos suelen ser bastante prejuiciosos pero yo de hecho conozco a varias chicas de Slytherin que son adorables.

- Soy un poco Don Juan, en realidad, pero sin malos royos - dije sonrojándome un poco - Pues son Lilith, Cahetel y....tú - dije con una amplia sonrisa en el rostro.

- Bueno sí, Lilith es bastante más Slytherin que Cahetel - respondí sorprendido - Le cuesta mostrarse como es, pero yo lo he conseguido, al menos en su mayoría - respondí orgulloso. - Con que pequeño rey eh? ¿y el tuyo que significa? -pregunté

- No creas, no te queda nada grande - dije mirándola a los ojos y acercándome un poco a ella - eres tan bella como el sol, tus ojos brillan tanto como él mismo - tras decir aquello le dediqué una sonrisa dulce pero algo pícara.

Me sonrojé levemente.


- ¿Sexy? - pregunté - No creo que sea para tanto. Y nunca me he fijado en si hay chicas detrás de mí o no, pero si me interesa alguna intento al menos ser buenos amigos. No me gustan los royos y después si te he visto no me acuerdo, me gusta llevarme bien con todo el mundo.