de paseo con Ryan

Había dejado que Cahetel se maravillara y perdiera entre las estanterías de libros yéndome yo por otro lado. Estaba parado en uno de los pasillos ojeando un libro cuando de pronto alguien chocó conmigo, y era nada menos que mi acompañante.


- Ten cuidado, linda - dije sonriendo - por cierto, ya pensé que tendría que ponerte un chip o algo para encontrarte - comenté bromeando.

- esta ya es la segunda ves - dije riendome sobándome el brazo - un chip? que hora es? - miré mi reloj de pulsera,habia pasado cerca de 2 horas en la librería,lo miré algo avergonzada - lo siento mucho, suelo olvidarme del tiempo cuando estoy entre libros - llevaba 4 en mis manos,2 de muggles que me habian llamado la atención, 1 de estudios de transformaciones avanzada y uno de pociones para expertos

Me reí por lo que dijo.


- Tranquila, lleváte todos los que quieras - dije sonriendo - aún nos queda mucho tiempo que pasar aquí, no tengas prisa.

sonreí como niña pequeña - gracias Ryan pero creo que con esto por ahora está bien - me dirigí a la caja para pagar todo, una ves los libros puesto en bolsas nos dirigmos a la salida sin dejar de apreciar el lugar mientras nos retirábamos - ahora a hacer algo mas entretenido - no es que los libros no me encantaran pero estaba conciente que no a todos les producía el mismo efecto que a mi

No dejé de sonrerir mientras ella pagaba y salíamos de la tienda.


- Vayamos a por golosinas - dije - me apetece algo - reí un poco.

- si golosinas!!!!!!!!!!! -dije animadamente,me la estaba pasando de maravillas con Ryan, lo tomé de la mano y nos dirigimos a esa tienda,a mitad de camino me di cuenta de lo que habia hecho,se la solté rapidamente - haa lo siento mucho en serio

Me dejé arrastrar por ella hacia la tienda de golosinas y a mitad de camino soltó mi mano bastante nerviosa y no pude evitar reir. Volví a agarrar su mano.


- No te preocupes - dije - vamos



Esta vez tiré yo de ella y la llevé casi a rastras a Honeydukes. Entramos y mis ojos brillaron de felicidad. Había muchas cosas apetecibles allí. Cogí una bolsa sin soltar la mano de Cahetel y di una vuelta por la tienda para ver todo lo que había allí.

ver la sonrisa de Ryan en la tienda de dulces sólo se comparaba con la mia al ver libros, pescó mi mano y en otra una bolsa para recorrer mejor la tienda, en realidad habian demasiados dulces y sin planearlo empecé yo a llenar esa bolsa con todo lo que veía, no se me permitia comer dulces en mi hogar, estaba pensando seriamente que el cambio de colegio habia sido la mejor ocurrencia de mis padres - creo que voy a terminar de llenarte yo la bolsa

Cuando Cahetel habló ni me había dado cuenta que estaba llenando la bolsa. La miré, había dentro de todo lo que me gustaba. Sonreí.


- Tranquila, pon todo lo que quieras - dije sonriendo.

sonreí feliz mientras seguí llenando la bolsa de dulces, era impresionante la cantidad que habia en esa tienda, cuando la bolsa ya empezó a rebalsar me di cuenta nuevamente - creo que ya está llena - dije levantando la bolda para que Ryan la pudiera ver - al parecer me emocioné un poco

Reí al ver la bolsa a rebosar. Luego la cogí y la observé unos instantes.


- Aquí ya hay de todo - dije aún riendo - pagemos y vayámonos, o nos llevaremos otra bolsa - bromeé.

- permíteme pagar la mitad asi me llevo la mitad de los dulces - reí ante la perspectiva que alguno de mis padres o conocidos me vieran comer dulces - sabes que no me dejan comer estas cosas?

- Está bien está bien, pagamos a medias - dije riendo.


Luego la miré incrédulo.


- Quizá Hogwarts no te guste tanto como Beauxbattons, pero el cambio te sentará bien - dije medio en broma medio en serio.

- estoy empezando a cambiar de idea rapidamente, en Beauxbattons la gente te respeta por tus padres o la influencia de ellos, aqui no puedo ser yo misma - sonreí feliz ante la maravillosa tarde que estaba teniendo

Sonreí por lo que dijo. Nos dirigimos hasta la caja pagamos y salimos de allí. Nada más estar fuera y casi inconscientemente cogí una chuchería mientras miraba a Cahetel que parecía muy feliz.

saqué un dulce de la bolsa que yo llevaba ya que eran tantos dulces que el cajero habia tenido que dividir la bolsa en dos, comía un chupete que de ves en cuando me habia saltar la boca entera y eso me hacia cosquilla por lo que de ves en ves reia sin razón aparente - muy bien, adonde me va a llevar ahora caballero?

Me quedé pensativo.


- Veamos... - comenté - te llevaré al que dicen es el lugar más tenebroso del pueblo, pero tranquila no hay peligro ninguno. Además suele estar tranquilo, no suele ir mucha gente por allí, salvo alguna pareja a besuquearse - concluí riendo.

- a ver esa es la llamada casa de los gritos cierto?, he escuchado hablar de ella - por lo menos la ida a la librería me habia servido para informarme un poco - entonces vamos - dije encaminandome habia adelante aunque no tenia idea donde era estaba bastante animada

- Claro - dije y comenzamos a andar calle arriba. Poco después de pasar la última casa habitada del pueblo llegamos a una que estaba prácticamente en ruinas - Ahí está - dije señalándola - ¿quieres entrar?

- se puede? - dije totalmente animada ante la perspectiva de poder entrar a la casa dueña de tantas leyendas

- Por supuesto - dije con una sonrisa - está abierta al público, lo que pasa es que casi nadie se atreve a entrar - comenté riendo

- y eso porque sería - la observé desde lejos - se ve como una casa abandonada - con valentía empecé a caminar a la casa, esperando a que Ryan me siguiera

Comenzó a andar y la seguí.


- Por su historia - respondí - ¿Sabes? Tienes la valentía de una Gryffindor, la mayoria de los de Slytherin nisiquiera se acercan a esta casa.

- en serio? - dije con sorpresa, las personas que habia conocido en Slytherin no me parecían miedosos ni mucho menos - ya te conté que nunca me puse esa especie de sombrero para que me dijera la casa, mis padres decidieron que estuviera en Slytherin y asi se hizo - dije sin prestar mayor importancia a ese hecho, yo habia llegado a ese colegio con mas de una misión las cuales no prentendia cumplir. Abrí la puerta con cuidado, en su interior todo estaba oscuro y sucio - lumus - susurré a mi varita caminando lentamente

Reí un poco y entré también en la casa, encendiendo también mi varita. Se veía todo muy tétrico y abandonado, pero con unos pequeños arreglos podría ser una casa muy bonita.