Intentando tranquilizarme

Andaba paseando por los terrenos pensando en alguien especial para mí cuando de pronto ví a un muchacho que no conocía apoyado en un árbol. No quería molestarle pero también necesitaba sentarme así que lo hice a una distancia prudencial. Me tumbé sobre el césped, cerré los ojos y continué pensando, absorto en mis pensamientos.

Oí que el chico me hablaba y me giré hacia el. Me conocía. Le observé unos instantes y caí en la cuenta de quién era; me tensé un poco.


- Kyle - dije amablemente a modo de saludo.

Alcé una ceja ante su pregunta.


- Todo lo bien que puede irles a un Gryffindor y una Slytherin - comenté.


Se le veía nervioso, y si algún defecto teníamos los Gryffindor es que nos preocupábamos por todo el mundo.


- Por cierto, ¿estás bien? - pregunté - te veo nervioso.

Suspiré.


- Ya, entiendo - repondí


Le observé durante un rato sin decir nada. A decir verdad parecía bastante cansado y parecía que quisiese gritar y mandar a todo el mundo a la m****a.


Volví a tumbarme sobre el césped y me dediqué a observar el cielo. No había ni un momento en el que pudiera dejar de pensar en Lilith.

- Bah en todo un poco - dije encogíendome de hombros. Y era la verdad, pensaba en Lilith, pero también pensaba en mi padre, en las clases...en todo.


No sabía de que hablarle. No quería que se volviera a repetir el mal instante que habíamos pasado la primera y única vez que habíamos hablado. No me gustaba llevarme mal con nadie, prefería una relación formal, aunque fuese con un Slytherin.


- ¿Conoces a mucha gente aquí? - pregunté al fin, solo por preguntar algo.

- Tampoco muchos - respondí - pero bueno, aveces es mejor así, menos gente que pueda darte una puñalada por la espalda.

- Yo no soy tan Gryffindor como todo el mundo cree - respondí - Confío en la gente que merece que confíe en ellos, pero aunque no lo parezca me cuesta confiar en desconocidos.

- Ya.. - murmuré.


Me limiré a seguir mirando el cielo. Todo el mundo creía que era tan Gryffindor como otro cualquiera, pero sólo yo sabía que aquello no era cierto. Yo, y una familia de muggles a los que le debía mucho.

- ¡Ja! sé que te reíras en mi cara - dije sonriendo por primera vez - pero tengo algo, o bastante, de Slytherin, pero me ganó mi valentía y mi buen corazón en la selección.

Sonreí.


- Pues quizás debas reirte más, aunque solo sea para burlarte de alguien - respondí.


Luego me quedé pensativo unos instantes, recordando mi pasado.


- Pues verás, tengo bastante experiencia con las artes oscuras y me guío bastante por los dichos "Ojo por ojo y diente por diente" y "De lo que oigas no creas nada y de lo que veas cree solo la mitad". Desconfío mucho de la gente y comencé a practicar artes oscuras antes incluso de saber que eso era como dicen "malo".


Me sentía extraño, era la primera vez que le contaba aquello a alguien, aunque no era precisamente el tipo de persona al que pensé que podría contárselo.

- Vengativo...quizá no tanto - respondí - pero el que me hace algo me lo paga, soy muy rencoroso.

Suspiré, cierto era que Kyle tenía razón.


- Ya... - murmuré.


Seguí observando el cielo, realmente me sentía extraño charlando con un Slytherin, pero no estaba tan mal.