Una hora de fuga

- Adoro los retos - dije más para mí

La miré, agarré su mano con las dos mías y dije

- Está bien, trataré de controlar lo que expresan, vamos a intentarlo, ¿qué ves en mis ojos?

Me reí abiertamente por su comentario.

- Vaya no vas mal encaminada, pero...creo que he conseguido ocultar lo que más trataba de escapar de dentro de mí - dije bastante orguyoso de mí mismo.

Luego la miré detenidamente, inconscientemente me acerqué un poco más y tras meditar un rato concluí

- Veo que intentas ocultármelo todo jajajaja, bueno, veo mucho nerviosismo, algo de afecto y...algo que no sabría decir exactamente lo que es. Ah! por cierto, me gusta tu perfume

Me dí cuenta de que aun seguíamos muy juntos.

- Ups perdona - dije riendo y apartándome yo.

Volví a aspirar el aroma de su perfume.

- Pues huele muy bien..

Luego medité sobre lo que había dicho

- Me alegro de que no trates de ocultarme nada, seas como seas será un placer conocerte, no me gusta la gente que siempre anda ocultando cosas - dije haciendo un gesto de desaprobación con la cara - y bueno, yo lo intenté, pero creo que de un momento a otro mis ojos dejarán escapar todo...

Me sonrojé, pues me daba vergüenza admitir lo que estaba apunto de decir.

- Que me muero por besarte - murmuré, no estaba muy seguro de si me había entendido, nisiquiera de si me había oído.

Alcé la vista y la miré bastante colorado

Mi expresión cambió radicalmente a algo similar a haberme chocado contra un muro.

- ¿Solo? Asique te parece poco.... - la miré con suspicacia, mi vergüenza ya había desaparecido del todo - ....pues conmigo puedes tener lo que quieras...

Tras decir esto me acerqué a ella, me entretuve unos segundos jugueteando con su pelo y sin más preámbulos la besé, en principio despacio y con algo de nerviosismo pero en unos segundos se transformó en un beso bastante apasionado.

Sonreí aunque no pudeocultar mi rostro decepcionado, me rasqué la cabeza y traté de explicarme lo mejor que pude...

- Yo..vaya lo siento, tampoco pretendía forzar una situación así, eres una buena amiga...pero te equivocas en eso de la pasión, no solo siento eso, me gustas mucho, adoro tu mirada y me encanta verte sonreir....y yo...yo ya estoy cansado de líos y de ir de flor en flor, pero nunca me he enamorado.....bueno..no sé...en fin, te entiendo, perdóname si te molesto que te besara - concluí, no muy convencido de lo que había dicho, me había líado como una persiana.

- Ya entiendo...a mi me gustaría sentir lo que es el amor de verdad....en fin - musité.

Le acaricié la cara con dulzura y le di un tierno beso en la mejilla.

- Creo que sera mejor que me vaya...

Esbocé una sincera sonrisa ante su último comentario. Luego me levanté me acerqué a la mesa que antes había sido del profesor y le di una patada mientras un par de lágrimas escapaban de mis ojos, enseguida las sequé para que ella no lo notara.

- Joder, ya se que no voy a enamorarme solo por un beso, pero no pude resisitirme, me pudo la pasión y las ganas de probar la dulce miel de tus labios, pero no es eso lo único que siento por ti, desde aquel día en el comedor, cuando nos conocimos, me encantas, me siento muy agusto contigo, incluso algo ruge dentro de mí cuando te veo por los pasillos charlando con otros chicos.... no se que tipo de atracción sientes tu por mí, si es que sientes alguna, pero yo desde luego contigo no buscaría ni busco solo un rato de diversión, no eres una chica de usar y tirar, si te consiguiera lucharía por mantenerte siempre a mi lado....

Tras esto me dejé caer en el suelo, me eché de espaldas y observé el techo.

Me tranquilicé un poco cuando empezó a acariciarme el pelo, y la escuché con atención, aunque no me atreví a mirarla a los ojos.

- Está bien - dije con comprensión - de acuerdo, aclaremos nuestras ideas, tienes razón, es lo que necesitamos.
Dicho esto me incorporé y la miré, me di cuenta de que luchaba por contener las lágrimas así que le sonreí afectivamente y la abracé, dejando que apoyara su cabeza en mi hombro y le acaricié el pelo para que se calmara.

Me separé un poco de ella sonriendo, le agarré la cara con dulzura y le di un beso en la frente

- Eres una chica muy especial - concluí con una sonrisa sincera.

- Claro - acepté sonriendo, me levanté y le tendí una mano para que se levantara ella también.

Comencé a andar hacia la puerta y deshice el hechizo que había realizado al entrar, abrí la puerta y le hice un gesto para que saliera mientras le sonreía.

Cerré la puerta del aula y comencé a andar hacia la biblioteca.

- Está bien, ahora ando algo perdido, cuando lleguemos allí sabré encontrarlo, salvo que alguien se lo haya llevado - musité.