Volando en la noche

Sin esperar un momento más salí del agua, estaba muerto de frío y empecé a dar saltitos para entrar en calor, cuando se me pasó el frío paré y miré a Lilith.

- ¿Entonces vas a compensarme el baño? - pregunté sonriendo con picardía y algo de malicia

Cuando me dijo lo del hechizo sin esperar más lo realicé, enseguida me sentí mejor.

- Pues bien....para empezar tiene que haber igualdad de condiciones, yo medio desnudo y tu completamente vesida...no no, no puede ser - dije sonriendo pícaramente y esperé a que ella también se desvistiera

- Nadar vestido es muy pesado - dije, para luego sacarle la lengua como un niño pequeño - Muy bien, lo que yo quiero es que me hagas un masaje en la espalda, sin magia asique puedes hacerlo vestida.

Tras esto me tumbé en el césped boca a bajo esperando a que se pusiese sobre mí. Tenía una gran sonrisa dibujada en la cara.

Me había quedado tan relajado que no me importó que se quedara sobre mí, solo fui capaz de murmurar..

- ¿Dónde aprendiste a hacer eso? - para luego añadir ya algo más avispado - Gracias, de verdad es algo que me hacía falta, me dolía bastante la espalda.

Para ese momento yo también me habia olvidado de que seguía sobre mí y me di la vuelta ágilmente, cuando la ví aun sobre mí me sorprendió que no se hubiera caido.

- Vaya me había olvidado que estabas sobre mí, ¿te hice daño? - dije con una dulce sonrisa dibujada en los labios

- La verdad yo no tengo nada de sueño, pero si estás cansada mejo vámonos ya a dormir, la verdad es bastante tarde - le comenté sin perder la sonrisa - aunque a mi me apetecería dar una vuelta, está tan hermosa la noche...

Luego me levanté de un brinco y comencé a vestirme, ya estaba dándome frio.

- Prefiero andar, no quiero que vuelvas a tener que salvarme - dije riendo - te prometo que será un paseo cortito, tampoco te voy a retener mucho si estás cansada.

Tras decir ésto agarré las dos escobas que estaban por el suelo y las apoyé en un árbol, luego me acerqué a Lilith sonriendo.

- ¿Vamos?

Medité un poco la respuesta mientras el viento agitaba mi pelo y en mis ojos se reflejaba el brillo de la luna que dejaba pasar la nube...

- Pues...defensa contra las artes oscuras, encantamientos y cuidado de criaturas mágicas - dije - y pociones no se me da mal tampoco, ¿y a tí?
Casi incoscientemente me acerqué a ella y agarré su mano, entrelazando mis dedos con los suyos.

Sonreí - a mí la historia me aburre de sobremanera, en ese sentido nos parecemos, llevo mejor las asignaturas prácticas - puntualicé

Tras unos segundos pensando la respuesta a su última pregunta dije

- Creo que mi padré se harto de que tuvíeramos que cambiar de profesor cada tres meses - dije sonriendo con malicia - además creo que le pareció oportuno que conociera gente y que pasara un tiempo lejos de casa, siempre hemos llevado una vida extraña y por lo que tengo entendido ahora unos mortífagos andan buscando a mi padre.

Guardé silencio, esperando su respuesta mientras observaba como el viento agitaba las copas de los árboles.

Sonreí por sus palabras de ánimo aunque un sentimiento de preocupación empezaba a nacer dentro de mí.

Luego reí abiertamente y le conté

- Verás, ninguno fue capaz de aguantarme más de tres meses, eran todos viejos, aburridos y sin sentido del humor, como no me gustaban les ponía tanto de los nervios que acababan marchándose, mi padre nunca se quejó porque al final mis notas eran excelentes, pero creo que ya estaba el también un poco cansado de mi actitud.

Seguí andando y sin querer me acerqué demasiado a Lilith, mi hombro rozó con el suyo y me estremecí por el contacto, pero no me aparté.

Correspondí su apreton de manos y murmuré mas para mí que para ella - Voldemort es una sucia rata apestosa...

Luego la observé sonriendo

- Digamos...que mi padre tiene poca paciencia, no era tan mala, pero ya te dije que siempre fui un trasto.

Abrí la boca para replicarle acerca de Voldemort, pero tampoco me apetecía desencadenar una discusión asique volvi a cerrar la boca, suspiré y me centré en su pregunta acerca de mi futuro.

- Pues la verdad no lo tengo muy claro, pero creo que me dedicaría a curar heridas mágicas - dije sonriendo levemente.

Tras esto dejé que mi mirada se perdiera entre los árboles y un escalofrío recorrió mi espalda, me pareció que algo no andaba bien, pero ignoré aquella sensación, pensé que seguramente fuera por lo que habíamos hablado de Voldemort.

Asentí agarrando fuertemente mi varita también. Agarré su brazo y eché a correr, quería alejarme de allí cuando antes.

Ice un aspaviento con la varita y con un hechizo no verbal convoqué un protego, que nos rodeó a los 2, solo por si acaso, con suerte permanecería a nuestro alrededor hasta que llegásemos al castillo.

Miré a Lilith mientras corríamos y le dediqué una mirada de que todo saldría bien, aunque realmente estaba muy asustado.

- De acuerdo - dije con un asentimiento de cabeza y un gesto serio - espera! a las 7 de la mañana o de la tarde?

Seguíamos corriendo, de pronto divisé las escobas. Sentí las piernas agarrotadas de correr pero no estaba dispuesto a detenerme hasta llegar ál séptimo piso y estar resguardado en mi sala común y, tras pensar y recobrar el aliento, bajo las calientes sábanas de mi cama.