Tarde en el lago.

Después de comer y antes de bajar al lago a mi "cita" con Lilith decidí y a relajarme un poco a la sala común. Me moría de ganas por ver a Lilith y no podía dejar de pensar en ella, en sus maravillosos ojos azules... Al sentarme en la sala común tuve la mala suerte de quedarme dormido y al despertar salí como alma que lleva el diablo hacia el lago, no quería que Lilith se fuera.


En consecuencia, cuando llegué al lago estaba totalmente despeinado y llevaba el uniforme mal puesto, pero no vi a Lilith por ninguna parte, así que me apollé en un árbol para coger algo de aire pues estaba bastante asfixiado.

Oí su voz antes incluso de verla. Me giré sonriendo y aún un poco ahogado.


- Tranquila, acabo de llegar - dije mientras bostezaba - pareces cansada.

- Bueno, me dormí y pensé que llegaba tarde - admití.

Tras decir eso me acerqué a ella y le di un tierno besito en la mejilla.

- Claro - dije sonriendo.


Nos sentamos al borde del lago y me quedé observándolo. Realmente se veía hermoso aquella tarde. Notaba la cercanía de Lilith y ansiaba darle un beso, acariciar su piel....pero me contuve y seguí mirando el lago.

Observé como metía sus pies en el agua sin decirme nada. La veía muy cansada así que no iba a forzarla a hblar cuando lo que más le apetecía era dormir. Me limité a acercame un poco más a ella, acariciarle el pelo dulcemente y darle un tierno beso en la frente.

Se me encogió el estómago cuando me preguntó por él.


- Bueno...por lo poco que sé está...bien, dentro de lo que cabe - murmuré.

- Sí...ya lo hace, o lo intenta - comenté - y parece que no le va tan mal. Mi madre está algo asustada pero se encuentran bien los dos.



Imaginé los horrores que debía estar viviendo mi padre, y el sufriemiento por el que estaría pasando mi madre...y no pude evitar que se me escapasen un par de lagrimitas...

- Sí - dije mirándole serio y expresando todo el dolor que llevaba guardando durante meses - ¿pero cómo quieres que se lo diga si en mis cartas solo puedo decirle que en la escuela todo va bien y que le echo de menos?


Me llevé las manos a la cabeza agarrándome fuerte del pelo y tratando de contener el llanto.

- ¡Tú no vas a ninguna parte, y no llevarás a Nélie contigo! - respondí exasperado, realmente no sabía cual era su misión ni hasta donde llegaba su implicación con el lado oscuro, pero podía hacerme una idea. - Ya te pones en peligro suficiente estando aquí como para que te arriesgues a que te pillen..... - tras calmar mi respiración un poco murmuré - no quiero perderte....

Agarré su mano antes de que la retirara por completo y la apreté suavemente entre las mías tratando de demostrarle todo lo que sentía. Cerré los ojos, suspiré y la miré aún con el ceño fruncido.


- Veamos, explicame como pretendes salir de la escuela sin que nadie aquí se de cuenta y sin que se de cuenta aquel al que le sirves, como piensas llegar a Londres sin ser vista y como piensas volver y hacer como si nada hubiera pasado - dije serio - ah! y como piensas llevarte a Nélie contigo.

La miré con desdén.

- No, ese detalle se te había pasado con alto - dije con cierto reproche - aún así me parece arriesgado dada tu condición.


Suspiré, realmente quería decirle algo más a mi padre, pero no quería arriesgarme a que pillaran a Lilith y la hicieran sufrir más de lo que ya la hacían sufrir, almenos eso imaginaba; era demasiado importante para mí...

Observé sus ojos unos segundos y finalmente asentí con la cabeza suspirando y apartando la mirada, dejándola perdida en algún punto del césped. Necesitaba abrazarla, demostrarle todo lo que sentía y el miedo que tenía a que le pasase algo, pero aún así me contuve.

Sus palabras me impactaron tanto como si de pronto me hubiese tragado una roca. Solo fui capaz de girarme hacia ella y abrazarla con fuerza.


- Gracias por todo - susurré