Tarde en el lago.

Lilith sonrió como si nada, pero me hervía tanto la sangre que no fui capaz de devolverle la sonrisa. Esperé a que desapareciese de la vista y me giré hacia Nélie.


- Bien, ¿qué quieres saber primero: lo que pasó con Cahetel, por qué tonteo con casi todas las chicas o qué es lo que siento por Lilith? - pregunté furioso - Aunque a mí me interesa más saber porque narices hablas de mí y me culpas de algo que nisiquiera sabes con certeza cuando apenas me conoces.

- Para tu información, linda, mi conciencia está perfectamente limpia, porque en verdad no he hecho nada malo - dije muy seguro de mi mismo - el porqué me molesta es porque pretendes asegurar que conoces muy bien el comportamiento de los hombres cuando de mí no tienes ni puta idea. No sabes nada de mí y nada te da derecho a acusarme delante de nadie de cosas que nisiquiera sabes. También tu y yo estábamos solos aquel día en la lechucería, y qué, nadie va por ahi acusandonos de habernos liado, no hagas tu lo mismo porque que yo sepa en esta escuela no hay ninguna norma que prohíba la amistad entre chicos y chicas. - realmente estaba bastante más tranquilo, y mi conciencia no decía nada, sabía que estaba tranquila. - Pero como a ti te da igual todo nisiquiera sé porqué pierdo el tiempo. Lo que te diga te parecerá mentira, como a todas las mujeres y le irás con el cuento a Lilith se que soy como todos los hombres que solo buscan una cama caliente. ¿Pues sabes qué? No sabes hasta qué punto te has llegado a equivocar conmigo.

- No te lo voy a negar porque es verdad, pero no es nada malo - repuse - no niego que con Cahetel pasaran cosas, ni que tonteo con otras chicas porque si lo hiciera entonces sí que estaría mintiendo, pero esque yo no me dedico a ir contando mi vida privada ni la de los demás por ahí, si hago lo que hago es por pura diversión y porque a nadie le hace mal flirtear de vez en cuando. Y mira en lo único que puedo pensar que quizá me haya pasado de la raya sea en lo de Cahetel, pero aún así no tienes porqué acusarme de nada y mucho menos como si de un delincuente me tratara gritándolo delante de todo el mundo (no me refiero a Lilith, sino al resto de estudiantes). Cierto es que querías hablar conmigo, pero para qué hacer a Lilith esperar, si ibas a contárselo de todas formas. Venga hombre no me vaciles, la próxima vez que "veas" cosas pregunta antes de acusar, sea a solas o delante de toda la escuela.

Ahora era yo el que se quedaba a cuadros, no entendía por qué la palabra diversión le había parecido tan mal. Pero me estaba asqueando.


- Haz lo que te de la puta gana y tómate las cosas como te dé la puta gana y cuenta lo que te salga de tus mismísimas partes íntimas, pero como eches a perder lo mío con Lilith antes siquiera de que pueda hablar con ella me las vas a pagar. No tienes ni puta idea del sentido con el que te estaba diciendo las cosas, pero como la señorita pasa aquí el que queda mal soy yo, perfecto.


No iba a esperar a que me respondiera, me fui hacia el castillo andando a paso firme y murmurando palabrotas por el camino.